
Los principales problemas con la lactancia materna son fácilmente identificables ya que, además de gran daño emocional en las mamás, principalmente mamás primerizas, producen un gran daño físico.
Por eso, es importante tener claras algunas premisas sobre el correcto funcionamiento de la lactancia materna para poder saber si lo que nos está sucediendo es normal o deberíamos buscar ayuda de alguna asesora de lactancia o IBCLC que nos ayudara con la lactancia materna.
Además, estos problemas, en un porcentaje muy elevado, suponen un abandono de la lactancia o un cambio a lactancia mixta que son completamente innecesarios porque son problemas que se pueden reconducir con el acompañamiento y la información necesaria.
Me quiero centrar en los tres primeros meses de vida de tu bebé y especialmente en las primeras semanas.
Identifica si tienes alguno de estos problemas y te doy algunos consejos para que consigas solucionarlos.
El dolor al amamantar suele estar casi siempre asociado a un mal agarre del bebé al pecho. Este mal agarre puede estar ocasionado por una postura inadecuada o de un posible frenillo.
En este caso es fundamental revisar la postura de amamantar para intentar conseguir un correcto agarre y en caso de que el dolor persista, evaluar un posible frenillo.
A esto se le llama ingurgitación mamaria y suele producirse principalmente los primeros días tras la subida de la leche.
En esta ocasión lo importante es garantizar la succión del bebé, no sobreestimular con sacaleches y buscar remedios para aliviar las molestias.
Algunos consejos para aliviar los pechos son: masajes de presión inversa, hojas de col en el pecho y utilizar apósitos fríos entre tomas.
Las grietas en la lactancia son uno de los principales problemas de la lactancia materna y además del daño emocional llevan asociadas un gran dolor físico.
Estas grietas en la lactancia, son heridas en el pezón que se provocan principalmente por un mal agarre del bebé al pecho.
Otro posible origen de las grietas es el frenillo pero es cierto, que aun habiendo frenillo, la lactancia puede funcionar perfectamente sin generar grietas pero para ello, es imprescindible utilizar posturas que faciliten un correcto agarre como serían por ejemplo, la postura de rugby o la de caballito.
Los síntomas más comunes, que no tienen porque manifestarse todos, de las mastitis son el dolor, la sensación de quemazón, zonas abultadas y enrojecidas, fiebre, malestar general,…
La principal causa de las mastitis es la obstaculización de vasos que provoca retención de leche y la proliferación de bacterias.
Para asegurar un correcto drenaje del pecho y que no se produzcan mastitis es necesario realizar una lactancia a demanda sin horarios ni tiempos.
Además puedes ir alternando posturas a la hora de amamantar para conseguir un correcto drenaje de todas las partes del pecho. Posturas como la de rugby y la de caballito son perfectas para este caso.
El frenillo en los bebés es un problema asociado a la lactancia materna que puede no serlo ya que hay bebés que, incluso con frenillo, consiguen un agarre profundo que les permite agarrarse de forma correcta y succionar bien aumentando de paso perfectamente.
Por el contrario, hay frenillos más limitantes que suponen un problema en el aumento del peso y que además, generan grietas y muchos dolores en la mamá a causa de no poder conseguir un correcto agarre.
Si sospechas que tu bebé puede tener frenillo porque no consigue abrir la boca bien, hace chasquidos al amamantar, tiene los mofletes de trompetista o no consigues que las grietas desaparezcan, consulta una asesora de lactancia o IBCLC que haga una valoración de la toma.
Te he descrito anteriormente los principales problemas asociados a la lactancia materna que llevo viendo desde que empecé a trabajar como asesora de lactancia materna en el 2015.
Antes de una grieta o de una mastitis, hay dolor y hay molestias.
Si ante un mínimo dolor, buscas ayuda y reconduces la situación cambiando la postura o mejorando el agarre, por ejemplo, vas a conseguir no llegar a estar desesperada y asfixiada por el dolor y las molestias.
No esperes a estar cerca de tirar la toalla, pide ayuda.
Y es algo que repito y que escucho a mis compañeras repetir hasta la saciedad. Las madres no estamos solas pero en ocasiones, nos escodemos.
A veces por miedo, otras por no saber cómo explicar lo que sentimos, otras por el agotamiento, otras por no querer dar explicaciones pero la cuestión es que seguimos solas.
Es necesario que nos visibilicemos. Que pongamos nombre a lo que sentimos a lo que necesitamos. Que exterioricemos todo lo que hay en nuestra cabeza y os aseguro que, si lo haces con otras mujeres que, piensan y sienten como tú, va a ser muy fácil.
No quiero terminar el post sin hablarte de un Programa de Lactancia en el que vas a encontrar todo lo que necesitas para conseguir una lactancia materna exitosa y feliz. Pincha aquí para saber de que te hablo.