
Silvia, creo que no tengo suficiente leche. He escuchado tantas veces esta frase en las asesorías de lactancia que he decidido hacer un post sobre ello.
Mi pregunta es siempre la misma: ¿Por qué piensas que no tienes suficiente leche?
La mayoría de respuestas son:
La hipogalactia real, la baja producción de leche existe, no te voy a decir que no pero, el porcentaje de mujeres a las que les ocurre esto es tan bajo, que no quiero ni hablarte de hipogalactia.
Mi objetivo con este post es que seas consciente de que tu bebé confía en ti y sabe que puedes darle pecho y voy más allá, tu cuerpo confía en ti y está preparado para amamantar a tu bebé.
Dicho esto, te voy a explicar las principales razones por las que la expresión no tengo suficiente leche en un porcentaje muy elevado es tan solo un mito de lactancia.
¡Vamos allá!
El hecho de que tu madre, amiga, vecina o cualquier mujer de tu entorno no haya podido amamantar, no significa que tú, no vayas a poder hacerlo. Yo te invito a que cierres los oídos ante muchas experiencias que sí, por ser educada y empática vas a escuchar, pero que no pueden más que minarte.
Muchas mujeres que en su maternidad no pudieron amamantar, no han identificado ni transitado el duelo que supuso no poder dar pecho a sus criaturas. Para una madre, sentir que no eres capaz, que no puedes dar pecho, que tienes dolor físico y emocional y que no puedes reconducirlo, supone un duelo que es necesario transitar para aceptar esa situación.
A mí no me gusta decir que de todo se saca algo positivo, me gusta decir que de todo se saca un aprendizaje. Y en este caso, me encanta acompañar a mujeres que en su segunda, tercera, cuarta maternidad, parte de cero para conseguir esa lactancia deseada que no pudo vivir en sus anteriores maternidades.
Puede parecer que tu bebé se queda con hambre porque llora en ocasiones al pecho. En este caso, te digo casi al 100% que no llora por hambre. Puede ser que llore porque está atravesando una crisis de crecimiento, porque tenga acumulación de estímulos, porque tiene calor, porque tiene el pañal sucio,…
Es fundamental, antes de recurrir a un biberón o incluso a un abandono de la lactancia, buscar ayuda de una asesora de lactancia, IBCLC, matrona o pediatra para poder resolver todas las dudas de una forma rápida y eficaz.
Piensa que la técnica de succión que tiene tu bebé es perfecta. Los sacaleches imitan al pecho materno pero no es más que eso, una imitación muy buena. Por eso, el hecho de que no saques nada con el sacaleches, no significa que no tengas leche. Puede que no sea el momento o que estés nerviosa e incluso bloqueada.
Si te aprietas el pecho y tampoco sale ni una gota de leche en ese momento, no pienses que no tienes leche. Estas apretándote el pecho para ver si tienes leche con la que alimentar a tu bebé, ¿Crees que vas a estar tranquila?
Van a haber días en los que pases con tu bebé al pecho las 24 horas y no me cansaré nunca de decir que es totalmente normal.
Piensa que la lactancia tiene una parte nutritiva en la que se alimenta de tu leche materna pero también tiene una parte no nutritiva en la que se está alimentando de ti.
Necesita tus brazos, tu calor, escuchar el latido de tu corazón. En definitiva, te necesita a ti.
Así que visto lo visto, leche fabricas y por eso, te quiero dar algunas señales que puedes tener en cuenta para tranquilizarte.
El poder está en tus manos, no te aventures a probar dándole un biberón, a probar si con pezoneras sale más cantidad ni tampoco te pongas a beber cerveza para aumentar la producción de leche.
Infórmate para saber que estás viviendo y a que te estás enfrentando y sobre todo, busca tribu y ayuda profesional para resolver todas tus dudas.
Lo vas a conseguir, ¡Estoy segura de ello!
Si todo lo que te acabo de contar ha resonado contigo y piensas que te puedo ayudar, pincha aquí para escribirme.