
La mastitis en la lactancia es una inflamación del pecho provocada por una infección bacteriana.
La mastitis es una enfermedad bastante común entre las madres lactantes y puede ser muy dolorosa llegando a suponer, en algunos casos, un abandono de la lactancia.
Pero tranquila, afortunadamente, hay algunas formas de prevenirla y tratarla de manera adecuada.
En este artículo, te explicaré todo lo que necesitas saber para que no llegues a tener una mastitis.
La mastitis se debe a una infección bacteriana que se produce cuando las bacterias entran en el pecho a través de los conductos lactíferos.
Esto puede ocurrir por varias razones, como una mala higiene durante la lactancia, dejar de amamantar al bebé de forma repentina o un vaciado incompleto del pecho.
Prácticamente todas las mastitis se inician con pequeñas obstrucciones así que, es importante que al mínimo síntoma, busques ayuda para solucionarlo y que no llegue a producirse una mastitis.
Los síntomas de la mastitis varían de persona a persona, pero los más comunes son dolor en el pecho, bultos o zonas duras en el pecho, dolor al tacto, inflamación, enrojecimiento y mucha sensibilidad.
Además, en función del tipo de mastitis, pueden presentarse síntomas como fiebre, escalofríos, malestar general, dolor de cabeza, fatiga e incluso vómitos.
Si notas alguno de estos síntomas es importante que, de forma rápida, consultes con tu médico de cabecera o matrona para empezar con el tratamiento lo antes posible.
A continuación te doy algunos consejos que puedes poner en práctica para evitar tener una obstrucción del pecho o mastitis:
Antes de nada te mando un abrazo enorme y quiero que sepas que puedes solucionarlo así que, tranquila.
Es un obstáculo que ha aparecido en tu lactancia pero que vas a poder superar sin problema con el acompañamiento adecuado y siguiendo los consejos que te pongo a continuación:
La lactancia es un regalo y una maravilla pero cuando aparecen estos problemas, la mente se nos nubla.
¡Y es completamente normal!
Miles de soluciones rápidas pasan por nuestra cabeza y nos llegan en voz en off por parte de amigos y familiares.
Es normal que incluso te plantees destetar, es normal que en ocasiones pienses que es demasiado doloroso, es normal que la presión de tu entorno te supere pero te invito a hacer lo siguiente: Siéntate en un sitio en e que te sientas especialmente cómoda, pon luz tenue, música relajante de fondo, coge a tu bebé en brazos mientras le amamantas y mira su carita.
Busca ayuda y acompañamiento que te ofrezca las soluciones que necesitas en cada momento.
¡La lactancia no siempre es un camino de rosas pero podemos conseguir que así sea!
Mi misión en Madres con Huella es acompañarte para que consigas la lactancia que te permita disfrutar de tu día a día.
Por eso, he creado talleres pensando en la Silvia del 2014. En uno de ellos te hablo de los principales problemas con la lactancia y como superarlos. Escríbeme si quieres que te acompañe en tu lactancia.
Me encantará leer tu experiencia y comentarios abajo.