
Simplemente por nuestra condición humana de persona/mujer, ya traemos de serie, herramientas para mamás que tenemos a nuestro alcance y que podemos aprender a utilizar para conseguir disfrutar de nuestra maternidad.
Es cierto que durante toda nuestra vida, nos preparamos para muchas cosas. Estudiamos, vamos a la universidad, nos preparamos físicamente, aprendemos a conducir,…Pero, ¿Quién nos prepara emocionalmente para vivir la vida? Y un poco más allá: ¿Quién nos prepara para ser madres?
Mientras estamos embarazadas, nos preocupamos del crecimiento de nuestro bebé y de su desarrollo en las revisiones, ecografías, analíticas y con la matrona. Luego se acerca el momento del parto y nuestra preocupación cambia a intentar visualizar como será ese momento.
Y luego nace nuestro bebé, nos lo ponen encima y…. SÁLVESE QUIÉN PUEDAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Sí. Ya eres mamá y son tantas las cosas nuevas a las que nos enfrentamos que, en muchas ocasiones, no nos sentimos capaces.
Los miedos, los prejuicios, las dudas, la presión de tu entorno o la sociedad, entre muchos otros, empiezan a cobrar un peso importante en tu día a día y acabamos olvidándonos de lo realmente importante: disfrutar de nuestro bebé y de una maternidad llena de nuestros valores y nuestra esencia.
Para hacer frente a todo esto, disponemos de muchas herramientas a las que poder acudir como grupos de lactancia, profesionales, meditación o caminar, por ejemplo, pero quiero que sepas, que hay herramientas que ya están a tu alcance y que puedes empezar a utilizarlas ya.
¡Te las cuento!
Disponemos de una gran capacidad de tomar decisiones solo que, es probable que, por todo lo que te contaba antes, pienses que tus decisiones no son validas.
Y mucho más lejos de la realidad, no es que sean validas, es que son las decisiones que te van a permitir vivir una maternidad plena teniendo en cuenta tu punto de vista y tu energía.
Pero claro, es posible que en tu cabeza tengas claro que tipo de maternidad y crianza quieras vivir y, que tu duda ahora sea: ¿Y cómo consigo trasladar todas estas decisiones a mi entorno?
Empoderándote, confiando en ti, haciéndote fuerte sin miedo a equivocarte y utilizando la comunicación como herramienta para conseguir lo que te propongas.
Te dejo un vídeo de comunicación asertiva que te va a ayudar a trasladar con respeto, empatía y amor todo lo que tienes en tu cabeza. ¡Espero que te sirva!
La maternidad que has imaginado en tu cabeza mientras estaba embarazada o simplemente, mientras veías a otras madres, no tiene nada que ver a la maternidad real que vas a vivir.
Cuando no eres madre, es muy fácil caer en lo típico de: “Yo eso nunca lo haré” “Mi hijo nunca dormirá en mi cama” “Mi hijo irá en el carro”
Y luego llegan nuestros propios zascas. Descubrirás que hay cosas que tenías en mente que no funcionan o no son compatibles.
Un ejemplo muy común que hablo mucho en las asesorías es acerca del colecho. Siempre nos imaginamos durmiendo en nuestra cama idílicamente y nuestro bebé al lado en su cuna. ¡Alma de cántaro que las cunas dan pellizcos!
Pero tranquila, tienes la posibilidad de cambiar de idea, subir la cuna a wallapop (yo les hice un rincón de lectura dentro monísimo) y empezar a colechar.
Te he puesto este ejemplo porque es uno de los más comentados pero podría ponerte los mismos con la lactancia, la alimentación complementaria, los juguetes, la ropa,…
Respira, busca en tu interior que es lo que quieres y cambia de idea tantas veces como estimes oportuno. ¡Tu tomas las decisiones y las cambias si quieres también!
La maternidad que se vive ahora, no tiene nada que ver a la maternidad que han vivido nuestras madres o abuelas y eso implica, que hay muchísima más evidencia científica, más productos y más posibilidades a nuestro alcance.
Por ejemplo, con el tema de la lactancia hay una gran cantidad de mitos que ahora se han desmentido gracias a todos los estudios que se han hecho en todo este tiempo. Dar pecho cada 3 horas, 10 minutos de cada pecho, a veces la leche es agua,…¡Podría hacer una lista interminable de mitos de lactancia materna!
Por eso, tienes la oportunidad de apuntarte a talleres y cursos de lactancia materna en lo que puedas aprender el correcto funcionamiento de la lactancia y de esta forma, poder tomar tus decisiones como madre de forma consciente.
Por suerte, vivimos una era tecnológica en la que, a tan solo un click, tenemos a nuestro alcance cursos e información de grandes profesionales que nos ayudará a vivir una maternidad consciente e informada.
Quien te diga que la maternidad, en muchas ocasiones, no es sinónimo de intensidad, miente.
Por eso, a tu alcance tienes la posibilidad de contactar con profesionales que resuelvan tus dudas de forma rápida.
Y, ¿Por qué digo de forma rápida? Por que el agotamiento nos puede hacer tomar decisiones de forma precipitada y si somos capaces de solucionar las dudas rápidamente, podremos decidir sin llegar a estar saturadas y bloqueadas.
Aquí hay una doble cara. Habrán personas de las que deberemos alejarnos y otras que aparecerán en nuestra vida o a las que “tendremos que buscar”.
¡Te lo explico mejor!
Todo lo que te voy a decir es algo de lo que me he dado cuenta yo y puede ser, que no le pase a todo el mundo. Yo me he dado cuenta, y a raíz de convertirme en madre más, que hay gente que me agota energéticamente.
No digo que sean malas personas ni que sean personas tóxicas ni nada por el estilo, pero son personas que, si paso mucho tiempo con ellas, me agoto. Unas por la conversación, otras por los sitios en los que quedamos.
Por el contrario, hay personas que son luz. Son personas con las que puedes hablar de todo, que te escuchan, que sus consejos no son imposiciones, en las que el silencio, en ocasiones, es una virtud. ¡Esas son las personas de las que te tienes que rodear!
Rodearte de personas que sientan y piensen como tú, te ayudarán a reforzar tus ideas y a darles fuerza. ¿Dónde puedes encontrarlas? En grupos de crianza, en grupos de lactancia, paseando, en un parque,…
Y te hago una propuesta: ¿Y si invitas a un café a esa mamá a la que todos los días te encuentras paseando?
Pensar que ser madre es un camino de rosas y que vamos a formar parte de una comunidad de influencers con una maternidad perfecta es maravilloso pero no es real.
Si aceptamos desde ya mismo que van a haber días maravillosos, en los que hayamos descansado, nos hayamos pegado una ducha tranquilamente pero que también van a haber días en los que tengamos que salir de casa con pelos de loca y odiando al mundo, conseguiremos salir de casa con los mismos pelos de loca pero sin odiar al mundo.
Es importante aceptar que la maternidad es un regalo para toda la vida pero que es un reto. Un reto que no controlamos pero…..¡Que sabemos como superarlo! Buscando ayuda, hablando con amigas, consultando profesionales,…
Yo siempre he sido muy, pero que muy, de ciencias pero, al igual que descubrí con mi maternidad que habían personas que me robaban energía, también descubrí que siendo minimalista me sentía mejor y estaba menos estresada en casa.
Te lo cuento mejor. Vivo en un apartamento pequeño, tengo ciertas manías con respecto a los zapatos y alguna cosilla más que no contaré sin la presencia de un abogado y esto se traducía en que, llegaba a casa, mi hogar dulce hogar y lo que veía no me gustaba.
Empecé a ver vídeos y a coger ideas, quité muebles, cuadros que me agobiaban, puse un zapatero en la entrada, quite espejos,…. cambios rápidos de hacer y que no implican grandes inversiones de dinero y la casa sigue siendo la misma pero la recojo mucho más rápido, se ve todo más recogido y no tengo la sensación de agobio que tenía antes.
En mi caso, considero que encontrarte cómoda en tu casa es fundamental para estar bien así que, no pierdas ni un segundo y ponte en marcha para darle la vuelta a tu casa.
Tanto si tienes pareja como si se trata de una familia monoparental, es vital que tengáis claros vuestros roles dentro de vuestra nueva vida como padres.
Y te cuento esto porque, ni mucho menos me voy a meter en tu casa, ni siquiera voy a conocer tus circunstancias pero, en las asesorías de lactancia presenciales que he hecho, en más de una ocasión, he hablado de esto ya que era la mamá, la que además de acabar de dar a luz, pasarse con el bebé todo el día en brazos y dar de mamar, era la que seguía gestionando la casa y las comidas.
Y bueno, que está claro que cada uno se organiza como puede o quiere pero es fundamental que lo habléis y que dejéis claro los roles de cada uno dentro de la pareja.
Te he contado algunas más visibles o tangibles pero también te quiero recordar que tus valores y tu esencia son la base fundamental de tu vida y, por lo tanto, de tu maternidad.
Confía en ti, lucha por la maternidad que tu quieras conseguir y sobre todo, hazme caso en esto que te voy a decir para terminar: LO ESTÁS HACIENDO GENIAL
Si has llegado hasta aquí, millones de gracias y para despedirme quiero regalarte una guía en la que te abro un poco más mi corazón y te doy ideas y consejos que te ayudarán a vivir una maternidad real llena de esencia y de valores, ¡Los tuyos!
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